domingo, 1 de abril de 2007

¨ El kinder de la colonia Espejo I, que forma parte del centenar de centros escolares atendidos con el proyecto inicial del gobernador Granier, se sometió a un plan integral de rehabilitación que renovó totalmente su aspecto

Desde hace 30 años ofrece sus servicios a los niños de la colonia Espejo I y zonas aledañas, pero fue hasta este 2007 cuando el kinder Rosaura Torres Castro se sometió a un profundo trabajo de remodelación en beneficio de 220 alumnos, como parte del Programa Cien Días del gobernador Andrés Granier Melo.

El plantel sufrió un cambio radical en sus instalaciones, pues los trabajos efectuados con particular esmero por parte de los encargados de ejecutar el proyecto, comprendieron la aplicación de pintura en el interior y exterior de siete aulas, así como renovación de ventiladores y sistema eléctrico.

También se sustituyeron las deterioradas láminas de asbesto por otras de zinc, así como el piso, y se dio mantenimiento a protecciones y ventanas. Todo ello causó grata impresión en la maestra María del Socorro Quintana Ramos, quien tiene 26 años al cuidado y orientación de los alumnos de ese jardín.

“Cuando me dieron la noticia de que después de tres décadas atenderían este kinder lloré de emoción, porque la verdad necesitaba una buena reparación”, relató la mentora, sin dejar de estar al pendiente de los niños que tiene a su cargo.

Relató que incluso alumnos que tuvo en aquellos años, y que hoy son profesionistas, llegan a visitarla periódicamente, pero en esta ocasión se toparon con la agradable noticia de que la escuela en la que iniciaron su trayectoria académica lucía diferente, debido a la remodelación de la que fue objeto.

Otra de las maestras, Sonia Patricia Rojas Medellín, manifestó su agradecimiento por el hecho de que el gobernador Granier haya tomado en cuenta a este plantel, pues lo más importante es que ahora los niños cuentan con espacios en mejores condiciones para realizar sus actividades pedagógicas y recreativas.

Recordó que hasta hace unos meses se dificultaban las labores de las educadoras, pues apenas se dejaba sentir la lluvia era necesario cambiar mobiliario y utensilios de lugar para evitar que se mojaran, ya que la antigua lámina registraba filtraciones.

“Todo eso cambió porque tenemos un techo nuevo, con lámparas y ventiladores también nuevos”, expresó la maestra, al apuntar su deseo de que el gobierno de Andrés Granier continúe por el camino emprendido, de modo que los niños tabasqueños sean los principales beneficiados.

Si bien al principio se mostró un tanto escéptica por las obras, a final de cuentas Patricia Rojas aseveró que valió la pena. “Pensaba que nos vendrían a estropear lo que teníamos y a quitarnos tiempo, pero al ver que el jardín se transformó, estoy contenta porque mejoró mucho su aspecto”.

‘Nuevo rostro’

Los padres de familia también mostraron su beneplácito por estas labores de rehabilitación. Es el caso del Enrique Presenda Jiménez, trabajador de una tienda departamental, quien mencionó que los alumnos, entre los que se encuentra su hijo Fernando de cuatro años, están más cómodos porque los salones tienen mejor ventilación e iluminación.

Erika Hernández Sotelo y Marco Antonio Correa Morgas, integrantes de la mesa directiva, se sumaron a estas manifestaciones de aprobación, y dijeron que si bien faltan algunos detalles por atender, principalmente los sanitarios, existe satisfacción por las mejorías que se hicieron en el kinder.

Comentaron que hay plena disposición por parte de los padres para trabajar de manera coordinada con la nueva directora del plantel, Inés Verónica Aguilera Martínez, quien apenas el pasado 23 de febrero asumió esa encomienda, con el propósito, dijo, de poner de su parte para que el jardín de niños siga mejorando.

En ese momento, cuando el reloj marcaba las once de la mañana, sonó la chicharra anunciando la salida de los pequeños, quienes ya eran esperados por sus respectivos tutores, con la confianza de que al día siguiente, al iniciar un nuevo día de labores, la escuela los recibiría con los brazos abiertos, pero sobre todo, con un nuevo rostro.